Estilo Rústico

El estilo rústico es perfecto para lugares cálidos en los que disfrutar de la naturaleza exterior.

Naturalidad, elegancia descuidada , ambiente natural, esto es lo caracteriza a la decoración de interiores rústicos. El estilo rústico abarca varios estilos y elementos que consideramos rústicos y se refieren a la vida rural. Paredes de piedra natural, techos abovedados y maderas talladas pueden recordarnos a otros estilos como el nórdico en algunos de sus detalles.

El estilo rústico hace énfasis en el diseño de la belleza natural. Abarca texturas inspiradas en la naturaleza, colores sencillos, terrosos y en última instancia, un calor orgánico sin pretensiones. Los interiores de estilo rústico tienen un sentido de conexión con el pasado.

Por definición, el estilo rústico es casual, cómodo y acogedor y aunque nace en los ambientes rurales también lo encontramos en viviendas de ambientes urbanos.

Los colores más habituales en la decoración rústica son los tonos cálidos y neutros. Colores como el beige, los tonos arena, tierra y piedra son frecuentes. Por lo general, los colores se asocian a los tonos de los elementos inorgánicos de la naturaleza, estos tonos son comunes en paredes, suelos, muebles y accesorios.

Los materiales usados en el estilo rústico son los que se encuentran en esos ambientes rurales, están construidas a partir de madera, roca y barro aportando calidez en los hogares. Con los muebles, la tendencia es similar a lo que venimos comentando. Los siendo artesanales, y en ocasiones desgastado todo ello para potenciar esa idea de calidez.

En Los accesorios de la decoración rústica se busca generar contrastes acudiendo a elementos vegetales: grandes plantas, centros de mesa con flores de estación, frutas, etc. Es frecuente también acudir a enseres rurales y colocar cuadros con imágenes de campo y naturaleza.El modo de generar contraste con estos tonos neutros es usar colores verdes y rojos, o bien tonos anaranjados, pero en menor cantidad. Estos colores se pueden utilizar en accesorios, como cortinas o almohadones, para darle más vida a la decoración.

Finalmente, en cuanto a la iluminación, no pueden faltar luminarias en tonos amarillentos. La esencia del estilo rústico es la sencillez, naturalidad y la rudeza. Los muebles
no tienen demasiada ornamentación. Mientras que el estilo rústico clásico tiene como base la madera, lo que crea una sensación más oscura en las estancias, el moderno apuesta por la luz y el blanco. Por eso, las paredes y el techo deben tener esta base, además de los neutros que iluminan la estancia.