Estilo Kitsch

En la decoración estilo Kitsch predomina la máxima: “más es más” o “más es mejor”.
No sería hasta 1933 cuando el escritor austriaco Hermann Broch publicaría su ensayo “Kitsch, vanguardia y el arte por el arte” y formulara una definición de la estética kitsch: “La esencia del kitsch consiste en la substitución de la categoría ética con la categoría estética; impone al artista la obligación de realizar, no un ‘buen trabajo’, sino un trabajo ‘agradable’: lo que más importa es el efecto”.

Hermann Broch marcó la línea que separaría Arte y kitsch como términos interdependientes. El arte es arte por su naturaleza única mientras que el kitsch sólo posee del arte sus características extrínsecas, sustituyendo las categorías de la ética con la estética. Desde entonces, el Kitsch ha ido evolucionando hasta nuestros días pasando de las grandes mansiones de la costa oeste norteamericanas donde se mezclaban caóticamente estilos como el barroco, el gótico y el rústico al kitsch del siglo XXI
artífice de ambientes frescos y atrevidos y que en la actualidad funciona como un concepto universal y corresponde sobre todo a una ausencia de estilo como tal.

Estilo Kitsch

Para empezar, podríamos decir que el estilo Kitsch sería lo opuesto al minimalista. Este estilo se caracteriza por destacar en el predominio del color y las formas, así como los elementos llamativos. Entendemos por kitsch lo excesivo, lo ecléctico llevado a su máxima expresión y lo recargado.

El estilo kitsch no sigue normas, no se atiene a unas pautas concretas. El kitsch busca impresionar, irrumpiendo en el mundo de la decoración haciéndose un hueco como una de las más populares y reconocibles . Es un estilo que ha creado escuela y que puede llegar a resultar extravagante incluso, con colores predominantes como el rosa chicle, azul cielo, verde manzana y rojo.
Mesas y estanterías llenas de figuritas que pueden no tener ninguna relación entre ellas o ser puro amor por el coleccionismo y destacar por seguir una temática. Colores con mucha potencia combinados entre sí en textiles y paredes, una amalgama de formas y colores difícilmente combinables en otros estilos.El estilo kitsch es divertido y colorido, permite concentrar en un único espacio piezas de mobiliario y elementos decorativos de diferentes estilos, ya que es un estilo que no piensa en el conjunto, sino en el objeto o forma de manera individual.

Lo ideal para conseguir este efecto en la decoración de interiores es la combinación de estampados y objetos llamativos junto a elementos divertidos que no tienen ninguna utilidad que no sea la estética. Las texturas que pueden utilizarse son variadas, como por ejemplo el alambre, pieles sintéticas, el cristal, el plástico, el papel siempre muy colorido, etc… y los muebles admiten todo tipo de formas extrañas.

Estilo Kitsch

Sin duda, es un estilo decorativo con una apuesta atrevida para un proyecto.